Deslizar la pantalla del teléfono, elegir el café preferido en la mañana (latte, espresso, filtrado, mocca, capuccino), pagarlo desde una aplicación en el celular y recogerlo en la tienda, sin hacer fila; abrir una cuenta de ahorros, recibir el dinero de la jubilación y pagar todos los servicios de la casa a la que decidió retirarse en algún pintoresco pueblo de Colombia, sin tener que levantarse de su silla preferida. Estas son solo algunas de las ventajas de aplicar lo que actualmente se denomina “fintech”, un término que engloba todos los desarrollos tecnológicos vinculados al sistema financiero.